Hace poco ya escribí acerca de los tremendos recortes que el Gobierno está realizando en educación, innovación y desarrollo; el artículo se llamaba “Sacrificando el Futuro”. Sacrificar, en su sentido más primitivo es lo que hacían las antiguas culturas: ofrecer algo preciado a sus dioses. En la mitología helénica se sacrificaban bellas damas para complacer a sus dioses o a criaturas demoníacas que enfurecían en caso de no hacerlo. Los egipcios, una civilización con un fuerte asentamiento político y social, sacrificaban a los sirvientes del faraón cuando este moría, se les brindaba el honor de acompañarlos a la otra vida. Mariano Rajoy en un último intento por complacer a la diosa germánica Merkel, sacrifica sanidad, educación y desarrollo.
Esto es lo que nos cuentan, la coyuntura actual nos obliga a apretarnos el cinturón y a hacer esfuerzos que en otros casos serían incomprensibles. Muchos acatamos silenciosos con el pensamiento de “qué se le va a hacer”, pero otros más conscientes de todo lo que esto significa, nos levantamos y gritamos pidiendo que todo de marcha atrás.
Al igual que el Partido Popular cree firmemente en la ley de plazos para aplicarla al aborto, en materia educativa y de sanidad cree en la privatización.
Pasan inadvertidos en su fin, pero la verdad es que ya están justificando los medios. Poco a poco se van implantando medidas que tienden a una privatización total de la sanidad y de la educación. Cada vez la distancia entre la calidad de lo público y lo privado es mayor, las medidas que en estos últimos meses han ido dirigidas hacia ellas las distancian más entre su faceta pública y privada.
![]() |
José Ignacio Wert, ministro de Educación |
Todo conduce siempre a una misma pregunta: ¿por qué? A falta de una respuesta más cualificada que la mía y basándome en mis propias conclusiones, diría que la base de todo este modelo que quiere imponernos el Partido Popular reside en la naturaleza de sus dirigentes y en su matriz ideológica. Ellos creen que quienes tienen dinero y pueden costeársela deben pagar por su educación y por su sanidad, y al ser así no sería justo que los que pagan por una educación y una sanidad privada, tuvieran la misma calidad que uno al que le salga gratis ambas cosas ¿solución? Reducir la calidad de la sanidad y la educación pública, creando élites y derechos según la renta. A su vez, satisfecho su deseo de una heterogénea calidad, intentemos recortar gastos de la educación y de la sanidad pública, así no tendremos que pagar todos por cosas que solo algunos usan. Es de esta manera como se llega a situaciones como el copago o el pago por el transporte en ambulancia no urgente.
![]() |
Manifestantes en el aniversario del 15M |
Hoy empieza una lucha por un derecho que nos imponen como un lujo: estudiar y formarnos. Porque una mente culta piensa más que mil ignorantes y porque nosotros, los jóvenes universitarios no somos ignorantes, debemos echarnos a la calle y luchar con las armas legítimas de la democracia para que nos escuchen los de arriba y retrocedan, que nos escuchen y comprendan que acabar con la educación y la sanidad pública, es la forma más rastrera e indignante de prostituirse a manos de los mercados y el cinismo.
Horacio Picón Masero. @horaxitoel
No hay comentarios:
Publicar un comentario